Tres opciones de turismo oscuro en España, Repca. Checa y Austria

Cuando los acontecimientos trágicos provocan malsana curiosidad se convierten en turismo y los operadores explotan esta nueva veta del negocio.

La atracción que provocan las películas de terror es una realidad, muchísimas personas disfrutan temblando en una butaca de cine, entonces pasar de ser meros espectadores a formar parte del escenario donde tuvo lugar una situación atroz puede resultar el máximum para quienes buscan vivir experiencias lóbregas.

Los agentes turísticos despertaron pronto a esta realidad y sacaron de la chistera un nuevo tipo de turismo: el turismo oscuro o turismo de la muerte que está emparentado pero se diferencia del turismo de terror creado artificialmente.

Para desarrollar el lado más truculento de la industria de los viajes sólo hacen falta hechos trágicos que tengan repercusión mediática.

Creando la atracción turística

Sucesos policiales notorios suelen generar un estigma en la población donde suceden, especialmente si éstas son pequeñas; atraen visitantes debido al morbo que generan y no siempre esta publicidad es del agrado de los habitantes del lugar.

Sin embargo hay otras ocasiones en las que los hechos macabros (crímenes, secuestros, desapariciones) son utilizados como reclamo turístico por las propias autoridades o por la misma población y hasta las tumbas se convierten en atractivos.


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