domingo, 20 de febrero de 2011
Cuando la guitarra se hace magia. Entrevista a José Fernández Torres - Tomatito
Este artículo -y la entrevista correspondiente- se realizó en noviembre de 2004; pero como todo lo que refiere a los grandes del arte, siempre será actualidad.
El público expectante parece evitar hasta la respiración, para que ni siquiera la exhalación del aire pueda interponerse al sonido magistral que inunda el auditorio.
Sobre el escenario una melena rebelde intenta distraer las miradas de los dedos que extraen de las cuerdas de la guitarra duendes, que liberados se transforman en notas musicales.
El silencio se convierte en estruendosa ovación cuando el ‘eón’ deja su reino para volver a ser el ‘gaché’ que se siente cómodo entre amigos, tímido ante el éxito en que se ha convertido su ascendente carrera artística.
José Fernández Torres es un triunfador. Entre el niño que aprendió a jugar enredando sus correrías entre Pescadería y La Chanca y el chaval que asombraba con la ductilidad de su guitarra al público aficionado al flamenco, no hubieron páginas que traspasar en el cuaderno de bitácora de un predestinado.
Su verdadero nombre le sirve para camuflar su presencia ante la vorágine de la fama.
Para el mundo José es “Tomatito”; como es Tomatito para los amigos, para su público y para la prensa.
ESE GITANO
Dedicado a la maestría de Tomatito, que lleva
en su guitarra la esencia de Almería
Los dedos arrancan
gemidos,
tímidos estertores,
gritos roncos,
caricias suaves
que escapan impacientes
desde las cuerdas de tu guitarra,
llenando el espacio de duendes
que elevan corcheas y semifusas,
desde la Chanca a la Alcazaba,
notas que tiemblan,
sufren,
viven,
despeñándose hacia Pescadería,
en un aluvión de cuevas y colores.
Música escrita
en un pentagrama de gredas petrificadas;
el Mare Nostrum se hizo garza
para brindar por tu sed de triunfos.
Naciste con alondras en las manos,
recibiste la bendición
de las uvas morenas,
que con su jugo tiñeron tu piel
y despertaron a los vientos
que desde el vientre te llamaron:
¡Gitano!
graciela vera
Tomatito nació en Almería en 1958
Nació en Almería en 1958 acunado por guitarras flamencas. Nieto del recordado ‘Tomate’ de él y de su padre, que fuera conocido como ‘el hijo del Tomate’, el mundo del espectáculo nunca le fue ajeno: abuelo, padre y tío, el cantaor ‘Niño Miguel’.
En Almería el niño convirtió una guitarra en mucho más que su juguete preferido. A los diez años ya subía a los escenarios. A los doce, por motivos familiares se trasladó a vivir a Málaga, lugar donde el ya adolescente comenzaría a ser conocido.
Acompañó con su guitarra a muchos nombres de primer nivel en el mundo flamenco y el que Tomatito tocaba como los dioses debe haberse corrido como un reguero de pólvora porque tuvo entre su público al mismísimo Paco de Lucía.
Al morir Camarón de la Isla, él se sintió huérfano
Como el mismo lo dice, la muerte de Camarón lo dejó como un niño huérfano.
Muchas veces del dolor emerge lo mejor de cada ser y en Tomatito la pérdida del amigo significó un espectacular crecimiento como artista.
Su música se oye con igual embelezo en los ‘tablaos’ flamencos y en los más selectos ambientes de la música culta. Se le aplaude en España y en el mundo. Japón, Suiza, Francia, Alemania, Turquía se han rendido ante su arte.
Artistas de la talla de Frank Sinatra y Elton John lo buscaron para que les acompañara en sus conciertos en España.
Podríamos escribir párrafos y párrafos de un joven triunfador que no olvida sus raíces y que siempre que puede vuelve a su Almería natal, tiene su casa de descanso en Aguadulce, a un paso de los barrancos que enmarcan la Chanca.
Sin embargo nadie mejor que el propio protagonista para hablarnos de sentimientos y proyectos.
.... Para leer La Entrevista a José Fernández Torres, Tomatito
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