La doble función que desempeñó en sus inicios condicionó la apariencia del templo.
Pensada para defender a la población de los ataques de los piratas berberiscos, aquel bastión de defensa que era a la vez principal lugar de oración, no podía tener ni altas cúpulas, ni estilizadas linternas, ni grandes ventanales.
El interior de la catedral: las Naves
La Catedral está compuesta por tres naves, todas de la misma altura. Poder facilitar el movimiento de los defensores condicionó que las grandes azoteas estuvieran todas al mismo nivel.
En el interior hay 16 pilares moldurados, impresionantemente esbeltos, que sostienen las bóvedas de piedra, de crucería estrellada.
Sobre los capiteles de orden corintio de los pilares de las naves, cargan los numerosos nervios de las ojivas en que se asientan las bóvedas. Hay dos crujías en el lado sur, una es donde se encuentra la sacristía y la otra se abre al claustro.
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